Recursos Humanos: despedida por simpática

Una conocida empresa de telecomunicaciones puso este viernes de patitas en la calle a una ejecutiva de Recursos Humanos “por simpática”, como cita literalmente la carta de despido. Según la dirección de RR.HH., Mónica García daba los buenos días al entrar en la sala de fumadores, contaba chistes a los empleados, los besaba en la mejilla y había sido descubierta en diversas ocasiones procurando resolver sus problemas y generando un buen entorno de trabajo.

Al conocerse la noticia del despido, varios centros de trabajo organizaron fiestas espontáneas en las que se descorchó champán. "Esa zorra nos estaba tomando el pelo a todos", cuenta Carmenchu, del departamento de Marketing, “hablaba muy raro: nunca decía palabras como ‘proactividad’, ‘sinergias’ o ‘optimización’. Por ejemplo, en lugar de decir «la compañía realizará un downsizing para garantizar los puestos de trabajo», decía «quieren echar a unos cuantos para que los de arriba cobren el doble de objetivos»”.

“Todos sospechábamos de ella: siempre cogía el teléfono y en lugar de pasarle el marrón a otro iba y te lo resolvía. Seguro que tramaba algo, la muy puta”, añade Ignacio, del Departamento de Atención al Cliente.

Su cese ha sido consensuado por los sindicatos y la dirección de Recursos Humanos. “¿Vds. se imaginan una empresa donde los empleados sean felices en la oficina y se realicen profesionalmente mientras hacen su trabajo?”, se preguntaba retóricamente Mª Carmen Recio, directora de RR.HH. y conocida en el sector por su afición por los caballos, “¡Eso sería la ruina!”.

Los representantes sindicales habían pedido su cese en reiteradas ocasiones. “Exigimos un despido público, ejemplar, particularmente desagradable y, si puede ser, procedente, para que se vaya sin un duro”, rezaba el último comunicado. Según el comité de empresa, la actitud de Mónica García boicoteaba constantemente la negociación entre sindicatos y empresa: “desde que el mundo es mundo, los empresarios explotan a los obreros y éstos se organizan en sindicatos para luchar en pos el progreso social. Si la señorita Mónica García quiere ser simpática, que trabaje en una suana pública”.

Como muestra de arrepentimiento, Mónica García se había mostrado dispuesta a despedir personalmente a diversos trabajadores que no cumplían con su trabajo. Sin embargo, la Dirección de Recursos Humanos consideró esta propuesta como “ridícula”. En palabras de Mª Carmen Recio: “Cualquier ejecutivo de RR.HH. con un título de Harvard sabe que despedir a un incompetente no sirve de nada; hay que despedir a los que trabajan bien, para que sirva de ejemplo y quede claro quien manda aquí”.

Mónica García