lunes, 29 de octubre de 2007

Cambio de hora


¿Habeis notado hasta estos días que cuando salís de casa por la mañana para ir al trabajo o llevar a los niños al cole todavía era noche cerrada? Pues sí, se trata de una más de las peculiaridades hispánicas, y se debe a que durante los oscuros tiempos de nuestra primera posguerra, y más exactamente el 7 de marzo de 1940, el Generalísimo aprobó una orden [para los curiosos, véase BOE del día 8 siguiente] por la que, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, resolvía adelantar el país en una hora en el caminar del sol por el azul del mar. O sea, que aquel gran estadista, a pesar de la autarquía imperante, nos apartó del horario solar que habíamos tenido hasta entonces (meridiano de referencia 00W00) para adoptar la llamada Hora Central Europea (meridiano 15E00), que, casualmente, era la hora de Berlín, y por desgracia a nadie se le ha ocurrido devolvernos aquella hora robada.

Efectivamente, los españoles tenemos siempre una hora legal, excepto en verano, que tenemos dos tazas. Por culpa de este invento, hoy día los niños de Vigo, aunque se levantan por el reloj a la misma hora que los de Roma o Budapest, deben esperar a que amanezca, en esos días del año, hasta las ¡¡¡nueve de la mañana!!! (¡¡¡¡qué fuerte, tío, qué fuerte!!!!), cuando en Roma lo ha hecho ya a las ocho, y en Budapest, a las siete.

Evidentemente, ya puesto el general a elegir, prefirió la hora de Berlín a la hora de la pérfida Albión [nota para jóvenes: así llamaba el régimen franquista al Reino Unido], que es la hora que en realidad nos correspondía por estar nuestro país en el mismo meridiano que ellos, el de Greenwich (00W00), que pasa por encima de esa bonita ciudad inglesa y atraviesa Castellón (de la Plana).

Y ahora, mi propuesta, que no es más que recuperemos de una vez la hora que tuvimos hasta 1940 y superemos así esa enésima herencia dejada por el franquismo. Renunciando a la Hora Central Europea, seremos más europeos; ya sé que suena paradójico, pero no lo es, porque nuestros horarios, ajustados a la luz solar, permitirán finalmente acomodar nuestras actividades a ésta, como se hace en cualquier país de nuestro entorno. Se aceptan iniciativas parlamentarias, o incluso del mismo Gobierno. Por cierto, con el cambio a la hora de invierno, ¿sabía usted que el "importante ahorro" que suponen los cambios anuales equivale a 1,4 euros por persona y año?

Yastaremos....

5 comentarios:

Lobo dijo...

Pues a mi me la pela, pero en cualquier caso adelantaría el reloj unas 8 horas y así nadie podría decir que no madrugo. :P

PD. no, no me he equeivocado con lo de adelantar que cualquiera de vosotros no se pondria a currar a las 6 de la mañana :P

Anónimo dijo...

Cambio Horario
Llamamos cambio horario al adelanto y atraso de una hora que realizamos cada primavera y otoño respectivamente. Esta es una medida que llevan a cabo unos 70 países en todo el mundo, siendo Japón el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa.

El cambio horario tiene como fin reducir el consumo global de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz.

El cambio horario fue una medida que se adoptó por primera vez en la primera guerra mundial, cuando algunos de los países implicados adoptaron esta medida con la finalidad de ahorrar combustible. Esta situación se repitió en 1973, durante la crisis del petróleo, durante la cual la mayoría de los países industrializados adoptaran la misma medida para hacer frente a la complicada situación.

En España, esta medida se lleva adoptando desde 1974, aunque la última regulación a la que nos hemos adaptado ha llegado de la mano de la directiva Europea 2000/84, que entre otras cosas unifica los días en los que se producen los cambios de hora en todos los países de la Unión Europea, siendo estos el último Domingo de Marzo y Octubre, respectivamente.

y echando cuentas:

Habitantes España: 44.708.964 (INE 2006)
Ahorro en euros: 62.592.549,60 €
Ahorro en ptas: 10.414.523.957,75 ptas.

Pues a mí como ahorro no me parece poco. Además se lleva haciendo toda la vida (por lo menos toda la mía). Lo que no entiendo es por qué ahora se ha retrasado hasta finales de octubre cuando antes se hacía en San Fermín Txikito.
Si es que Franco sería un cabrón pero de tonto no tenía un pelo, las cosas como son.
Lo que realmente no entiendo es cómo los sociatas todavía estáis quemados con tonterías de hace 70 años y en cambio parece que últimamente no sabéis lo que estáis haciendo (lease cercanías de Barcelona, mejor Barcelona en su conjunto, secuestro de la voluntad democrática en Navarra, etc. etc.)

Pd. Se admiten opiniones, a ver si damos algo de vidilla al blog.

Anónimo dijo...

Por cierto, el del mega comentario (copiar+pegar) soy Dani

El Maestro de Esgrima dijo...

Que tendrá que ver lo del cambio horario que se propone en el post con lo de las obras del AVE en Barcelona o con lo del no gobierno de progreso en Navarra¡¡¡ Yo no estoy quemado con nada ...

Lee lo siguiente, anda.

¿Para qué hemos cambiado la hora? Para ahorrar energía. Así lo afirman los Gobiernos que aplican el cambio horario en otoño y primavera -81 en todo el mundo- y la Comisión Europea, que obliga a los 27 países miembros de la UE a aplicar la medida. Y, sin embargo, los estudios sobre el ahorro que supone la medida son tan escasos como poco precisos.

En el caso de España, se manejan estimaciones de ahorro en el consumo que apuntan a una reducción mínima en el consumo: entre el 0% y el 0,5%. En Bruselas se trabaja con datos bastante antiguos, del año 1998, que coinciden con las estimaciones para España: cambiar de hora supondría un ahorro de entre el 0,1% y el 0,5% en el consumo.

En este contexto, el cambio de hora, consolidado con la crisis del petróleo de la década de los setenta, genera cada día más polémica. Nadie discute que provoca molestias, aunque leves, y no está claro cuánto supone de ahorro en la factura energética. La respuesta a esta cuestión se mueve entre "nada" y "mínimo".

En el caso de España, los principales agentes del sector energético, la asociación patronal eléctrica Unesa; el operador del sistema Red Eléctrica de España; el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) y las propias empresas manejan porcentajes y cifras de ahorro que, significativamente, no varían año tras año.

Según dichas cifras, el ahorro que supone el cambio de hora, oscila "entre el 0% y el 0,5%" del consumo. Entre la nada y un pellizco. Según la patronal Unesa, los hogares ahorrarían un 5% en el consumo, y las oficinas y empresas del sector servicios, un 3%. Desde el IDAE, la estimación de ahorro más utilizada -cálculo en el que coinciden las empresas consultadas- ronda los seis euros al año por hogar. Seis euros al año, por alrededor de 24 millones de puntos de suministro dan un resultado de 144 millones de euros. Si se tiene en cuenta que la factura eléctrica anual ronda los 20.000 millones de euros, resulta que el cambio horario, al menos en España, obtiene unos resultados económicos mínimos.

"Lo que se ahorra por la mañana [con el atraso de la hora en octubre amanece más temprano] se gasta por la tarde" sostiene el físico y periodista Manuel Toharia. En su opinión, además, todos los estudios que tratan de justificar el cambio horario en un supuesto ahorro de energía son "simples estimaciones". "Están hechas a ojo de buen cubero", sostiene Toharia, porque no hay forma de comparar magnitudes de consumo homogéneas puesto que el cambio horario se lleva aplicando décadas. Pero si el cambio horario es un asunto económicamente irrelevante, también lo son, en opinión del divulgador científico, las molestias que provoca. En cuestión de días, el cuerpo se adapta al cambio. La cartera, por su parte, ni lo nota.

Desde Red Eléctrica de España (REE), la empresa que registra minuto a minuto cómo evoluciona la demanda eléctrica, se apunta, además, otra cuestión interesante. Rosmarie Grafe, de la dirección de Operaciones de la compañía, explica que el ahorro que genera el cambio horario se diluye poco a poco. "En los primeros días sí hay ahorro" asegura "pero luego se va perdiendo". REE nota el cambio de horario de otoño en dos aspectos: La punta de demanda se adelanta -de las 20.15 horas a las 19.00 horas- y las aplicaciones informáticas de gestión tienen más problemas que de costumbre.

En todas las conversaciones con técnicos y especialistas en España se maneja también otra idea sobre el cambio horario: probablemente, sostienen, en otros países de Europa, con menos horas de sol, la estrategia de ahorro se note más. Curiosamente, en algunos informes de la Comisión Europea se sostiene que el cambio horario -especialmente el de verano- beneficia sobre todo a los países del sur.

Y es que jugar con el reloj para ahorrar energía es ya una estrategia antigua. Se puso en marcha por algunos Gobiernos a raíz de la crisis del petróleo de 1973, aunque ya antes la Republica Federal Alemana, Francia y Reino Unido movían las agujas en primavera y otoño. [Antes de eso España adelantó el reloj una hora para tener la misma que los países del centro de Europa].

Desde entonces, el argumento energético se ha convertido en un tótem al que rinden tributo Gobiernos e instituciones comunitarias si bien, dentro de la escasez de datos fiables, la contabilidad ofrece resultados que no se corresponden con las altisonantes declaraciones. Un estudio realizado para la Comisión Europea en 1998-1999 y elevado también a los Gobiernos reconocía que los ahorros energéticos eran parcos y que se movían entre el 0,1% y 0,5% en los países del sur de Europa.

La directiva, vigente desde 2001, es heredera de la que entró en vigor veinte años antes para uniformar y armonizar los cambios, convertidos desde 1996 en obligatorios en la UE. La actual directiva fija en los últimos domingos de marzo y de octubre el momento de adelantar y retrasar, respectivamente, los relojes, y establece que, antes de que concluya este 2007, la Comisión Europea debe informar al Parlamento, al Consejo (los Gobiernos de la UE) y al Comité Económico y Social de la incidencia de la aplicación del régimen del cambio horario.

Fuentes de la Comisión reconocían ayer desconocer cuál será la orientación final del informe, realizado a partir de los datos aportados por los distintos países. El Ejecutivo comunitario se rige por un estudio, realizado hace casi una década por el consultor holandés Research voor Beleid, centrado en los efectos del cambio de hora veraniego. El informe echaba ya entonces por tierra el argumento del gran ahorro energético. Según sus autores, había que reconocer que el ahorro era "relativamente modesto" y que donde más se notaba era en los países del sur, donde en el mejor de los casos no superaba el 0,5%. "Todo ahorro energético, por pequeño que sea, es bienvenido", señalaba ayer una fuente comunitaria, conocedora de las fuertes reservas presentadas por algunas asociaciones ciudadanas de Francia y Bélgica contra el cambio horario.

Por cuestiones geográficas, el cambio horario veraniego es muy apreciado en el norte y el sur del continente (lo que hace pensar que el efecto es el contrario en invierno), de acuerdo con el trabajo holandés, donde se subraya que ese cambio sienta peor cuanto más al oeste de Europa, que no ve la hora de que se ponga el sol en verano. El gran beneficiario de la prolongación de la luz estival es el sector de ocio y turismo, al que el recorte invernal no perjudica tanto al ser temporada baja.

Si el efecto -se supone que beneficioso- del cambio horario sobre la economía no está claro, menos lo están los perjuicios que se le atribuyen sobre la salud. La principal prueba de ello es que "se ha estudiado muy poco", señala el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Ildefonso Hernández.

El problema, si existe, "no es excesivo", coincide el vicepresidente de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, José García Sicilia, quien trabaja como coordinador con Atención Primaria del Hospital Infantil de La Paz (Madrid). "Es más un problema sociocultural", por tener que atrasar o adelantar los horarios de comidas o de sueño, dice García Sicilia.

La clave del posible efecto del cambio horario sobre la salud -o, mejor dicho, sobre el bienestar temporal- está en los llamados ciclos circadianos. En la naturaleza, la luz actúa como gran regulador de los procesos cíclicos, desde la vigilia y el sueño a los alimenticios, hormonales o incluso los defecativos. Por eso, cuando se cambia la hora se produce un pequeño desajuste, que notan más quienes tienen un horario más estricto.

Es frecuente, por ejemplo, que los bebés y los niños cambien su hora de comida al principio, o que tengan sueño antes, afirma la psicóloga clínica Beatriz Azagra, aunque lo diga "por propia experiencia" con su hija, y no porque tenga que tratar en su consulta algún tipo de consecuencia, afirma esta profesional que ha ejercido más de 15 años en un centro educativo.

Tampoco el psiquiatra infantil y juvenil Mariano Trillo ha notado que haya un aumento de brotes o trastornos entre sus pacientes por el cambio de hora. "Lo que de verdad afecta es el otoño", afirma. "La luz del Sol pone en marcha la producción de la melatonina, que es un antidepresivo. Cuando las horas de luz disminuyen, aumentan los casos de depresión, ansiedad y regulación del sueño", explica Trillo.

El investigador del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ricardo Martínez, también descarta efectos en la salud. "Es parecido a un jet lag [el trastorno de sueño que sufren los viajeros de vuelos transoceánicos], pero mucho más leve. Entonces, ¿por qué hay gente a la que le sienta mal el cambio de hora? El miembro de la Junta del Colegio de Psicólogos de Madrid, Pedro Rodríguez Sánchez, lo explica: "El malestar o el bienestar también es subjetivo. Si una persona está pasando por alguna vicisitud, es posible que estos cambios les tengan un poco más alterados".

Yastaremos.

Anónimo dijo...

No, si yo lo decía por lo de la "enésima herencia dejada por el franquismo" y por montar un poco el pollo, a ver si damos vidilla al blog.
Osti tú, pero no me da tiempo a leer toda la parrafada ahora. Luego a la noche con más tiempo igual me la leo (que viva el club de copy+paste).
Lo que no sabía (y me ha parecido muy curioso es que antiguamente España tenía la misma hora que Inglaterra, una hora menos que Francia por lo tanto. Muy interesante, no lo sabía).
Pd. Lo de las obras de BCN y lo de Navarra es porque ayer vi el HP del Pepito Blanco (ese Franco pequeñín) por la TV, y es que es verlo y me se hierve la sangre, oyes.
Dani