Los eta y el botellón

En la cultura japonesa, eta (no se si llevaba h al final) eran las personas encargadas de los oficios considerados más despreciables para la sociedad, que eran los de carnicero, curtidor (pieles) y si no recuerdo mal de pescador, basicamente los que tenían que ver con carne muerta. Eran también de los pocos que comían carne.

Se que este post levantará cierta polémica, pero eso nunca me ha parecido mal. Ayer un servidor se pasó a ver el botellón entre la abundante lluvia, y a chafardear un poco, consciente de que no habría ni dios con el día que hacía. Hay que ser gilipollas para intentar hacer un botellón en la vieja Iruña sin que aun no haya acabado el invierno.

La cosa es que al llegar, la imagen que Luis nos pone, se queda en poco, había 4 furgonas de antidisturbios, y otros tantos coches de munipas. Algo totalmente desmedido, y con cierto regustillo, a mi manera de ver, fascista. No había visto tantos monos desde la peli del rey de la selva, quiero decir, tantas fuerzas del orden.

Y aquí quedó mi segunda reflexión, ya se que hasta ahora, en cierto modo por una convicción tal vez equivocada, y porque no había desempeñado demasiado estas tareas, no había identificado a nuestra policía foral con la labor de represión. Cierto es, que la sociedad administra en un organo público la capacidad de ejercer estas labores, y que es una labor que alguien debe desempeñar en "bien" del ciudadano, y no dudo (es más, espero) que la hará con todas las garantías que la ley otorga al ceder la autoridad y la violencia a un funcionario, pero como en el japón feudal, me produce un escalofrío por la espalda, y un fuerte sentimiento de asco ver a una persona vestida, casi igual que las que llevo viendo toda mi vida desempeñando esa labor, con un uniforme clavadito al de "V", con una porra de medio metro a la cintura.

Ya sabemos que la alcaldesa es como es, y supongo que nos la merecemos, porque no somos capaces de hacer que no salga reelegida, y que el gobierno foral, rivaliza en cualidades con esta señora de Burgos (con todo el respeto y cariño a los burgaleses de bien), solo espero que el uso que ellos hagan de la institución a la que visten como los malos de V, no haga que los ciudadanos acaben con la misma sensación que yo tuve ayer.

Sería terriblemente bueno que un día yo pensara en el pasado sobre esa sensación, mientras tanto, a mi la peña con botas militares, gorra calada, uniforme negro o azul y porra, me da asco y algo de miedo.

Feliz fin de semana a todos

Xabier